Saturday, September 3, 2011
Sonetos 15 y 116
Soneto 15
“Tanto gusto y bien ya me hace mi amada, que con gusto y dulzura yo la veo, Viendo que en mí grabado, como creo, Se queda Amor en pos cada mirada. Por ella mi alma va tan adulzada, Que adulzado amo y vivo por deseo, Y todo que en mí escribe Amor ya leo, Si lo hace por gentil corazonada. Amo tan dulce y fino, por mi espanto, Que ora la encuentro yo en cada respiro, Aunque alejada, cuando vuelve a casa. Y a través de ella Amor me dice tanto, Que lo oigo mismo cuando no la miro, Viendo que amor no pasa si ella pasa...”
Soneto 116
“Que para la unión de las almas sinceras yo no admita impedimentos. El amor no es amor si se altera al enfrentar la alteración, o flaquea cuando el que parte se aleja: ¡Oh, no! Es un faro siempre en pie, que ve pasar las tempestades y nunca es derribado; es la estrella para el navío a la deriva, de valor incalculable, aunque se mida su altura. El amor no es juguete del tiempo, aunque el carmín de labios y mejillas caiga bajo el golpe de su guadaña; el amor no se altera con sus cortas horas y semanas, sino que todo lo soporta hasta el final de los tiempos. Si estoy errado, y que eso se pruebe, yo nunca he escrito, ni ningún hombre ha amado.”
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